viernes, 21 de agosto de 2020

Después de tantos y tan instantes ejemplos de la Santísima Trinidad, ¿podremos nosotros privarnos de María y no consagrarnnos a Ella? (TVD, 140)

 


140. Recordemos aquí, en prueba de la dependencia que debemos tener de la Santísima Virgen, lo que he dicho anteriormente 1), al referir los ejemplos que nos dan el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en cuanto a la dependencia que debemos tener de la Santísima Virgen.

El Padre no ha dado y no da su Hijo sino por Ella, no se forma hijos sino por Ella, y no comunica sus gracias sino por Ella; Dios Hijo no ha sido formado, para todo el mundo en general, sino por Ella, no es formado todos los días y engendrado sino por Ella en unión del Espíritu Santo, y no comunica sus méritos  y sus virtudes sino por Ella; el Espíritu Santo no ha formado a Jesucristo sino por Ella, no forma los miembros de su cuerpo místico sino por Ella, y no dispensa sus dones y favores sino por Ella. Después de tantos y tan instantes ejemplos de la Santísima Trinidad, ¿podremos nosotros, sin una extrema ceguera, privarnos de María, no consagrarnos a Ella y depender de Ella para ir a Dios y para sacrificarnos a Dios?

1  Cap. I, 14-39

Comentario de IPSA CONTERET:


Traité de la Vraie Dévotion à la Sainte Vierge

PÈRES MONTFORTAINS (Cie de Marie)


Traducido del original francés por este blog IPSA CONTERET, privilegiando las expresiones originales del Santo sobre
 expresiones castellanas más habituales
A.M.M.G.

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