140. Recordemos aquí, en prueba
de la dependencia que debemos tener de la Santísima Virgen, lo que he dicho
anteriormente 1), al referir los
ejemplos que nos dan el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en cuanto a la
dependencia que debemos tener de la Santísima Virgen.
El Padre no ha dado y no da su
Hijo sino por Ella, no se forma hijos sino por Ella, y no comunica sus gracias sino
por Ella; Dios Hijo no ha sido formado, para todo el mundo en general, sino por
Ella, no es formado todos los días y engendrado sino por Ella en unión del
Espíritu Santo, y no comunica sus méritos
y sus virtudes sino por Ella; el Espíritu Santo no ha formado a Jesucristo
sino por Ella, no forma los miembros de su cuerpo místico sino por Ella, y no
dispensa sus dones y favores sino por Ella. Después de tantos y tan instantes
ejemplos de la Santísima Trinidad, ¿podremos nosotros, sin una extrema ceguera,
privarnos de María, no consagrarnos a Ella y depender de Ella para ir a Dios y
para sacrificarnos a Dios?
1 Cap.
I, 14-39
PÈRES MONTFORTAINS (Cie de Marie)
Traducido del original francés por este blog IPSA CONTERET, privilegiando las expresiones originales del Santo sobre expresiones castellanas más habituales
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