sábado, 28 de marzo de 2009

Cap. I - Por Ella obró los primeros y más grandes milagros - Sagrada fecundidad, misterio de gracia, desconocido de los más sabios entre los cristianos (TVD, 19-21)

Imagen: Bodas de Caná, Gallego, imágenes de google
19. Si examinamos de cerca el resto de la vida de Jesucristo, veremos que quiso comenzar sus milagros por María, y que santificó a San Juan en el seno de su madre, Santa Isabel, por la palabra de María; ni bien Ella habló Juan fue santificado, y es su primer y más grande milagro de gracia. El transformó, en las bodas de Caná, a su humilde pedido el agua en vino, y es su primer milagro de naturaleza. El comenzó y continuó sus milagros por María, y los continuará por María hasta el fin de los siglos. 
20. Dios Espíritu Santo, siendo estéril en Dios -es decir, no produciendo otra persona divina- se ha hecho fecundo por María, a quien ha desposado. Es con Ella y en Ella y de Ella que ha producido su obra maestra, un Dios hecho hombre, y que produce todos los días, hasta el fin del mundo, a los predestinados y a los miembros del cuerpo de esta cabeza adorable: porque cuanto más encuentra en un alma a María, su querida e indisoluble Esposa, tanto más se hace operante y potente para producir a Jesucristo en esta alma y a esta alma en Jesucristo. 
21. No es que quiera decir que la Santísima Virgen le da al Espíritu Santo su fecundidad como si El no la tuviese pues, siendo Dios, tiene la fecundidad o capacidad de producir como el Padre y el Hijo -aunque no la reduzca a acto produciendo otra persona divina. Quiero decir que el Espíritu Santo, por medio de la Santísima Virgen, de quien tiene a bien servirse -aunque no le sea en absoluto necesario- reduce al acto su fecundidad, produciendo en Ella y por Ella a Jesucristo y sus miembros: misterio de gracia desconocido aún de los más sabios y espirituales de entre los cristianos.
San Luis María Grignion de Montfort, TRAITÉ de La Vraie Dévotion à la Sainte Vierge,
ítems 19 a 21 - Traducido del original por la Redacción de "Ipsa Conteret" - La que aplasta a la serpiente

jueves, 26 de marzo de 2009

Por la civilización cristiana y mariana: V Jornada - Cabildo histórico de Salta - 28 y 29 de agosto de 2009

Quienes deseen luchar para que la sociedad actual sea modelada de acuerdo al espíritu de la Ssma. Virgen, a la doctrina tradicional de los Papas...; para que se cumpla nuevamente lo que enseñó el Sumo Pontífice cuando dijo, refiriéndose a la Cristiandad medieval: "hubo un tiempo en que la filosofía del Evangelio gobernaba los estados..."; quienes así lo desean, para nuestra Argentina mariana, para nuestra Iberoamérica, "continente de la esperanza", tienen una ocasión para ser protagonistas de la reafirmación de nuestra identidad católica, tradicional y mariana: la V Jornada de Cultura Hispanoamericana por la Civilización Cristiana, el 28 y 29 de agosto próximo, en el Cabildo de Salta.
Invitamos y convocamos a quienes quieran participar de esta gesta mariana que, ante la embestida de la Revolución anticristiana en toda Iberoamérica, es cada vez más urgente.
Solicite información a:
civilizacioncristianaymariana@gmail.com

sábado, 21 de marzo de 2009

Cap. I - La admirable e incomprensible dependencia de un Dios (TVD, 17-18)

17. Dios Padre ha comunicado a María su fecundidad, en la medida posible a una pura criatura, para darle el poder de producir a su Hijo y a todos los miembros de su cuerpo místico. 
18. Dios Hijo ha descendido al interior de su seno virginal, como el nuevo Adán en su paraíso terrestre, para encontrar allí sus complacencias y obrar a escondidas maravillas de gracia. Dios hecho hombre ha encontrado su libertad en verse aprisionado en su seno; ha hecho resplandecer su fuerza en dejarse llevar por esta niñita; ha hallado su gloria y la de su Padre en esconder sus esplendores a todas las criaturas de aquí abajo para no revelarlas sino a María; ha glorificado su independencia y su majestad en depender de esta amable Virgen en su concepción, en su nacimiento, en su presentación en el templo, en su vida escondida de treinta años, hasta su muerte, a la que Ella debía asistir, para no hacer con Ella sino un mismo sacrificio, y para ser inmolado con su consentimiento al Padre eterno, como en otro tiempo Isaac con el consentimiento de Abraham, a la voluntad de Dios. Es Ella quien lo ha amamantado, alimentado, criado, educado y sacrificado por nosotros. Oh admirable e incomprensible dependencia de un Dios, que el Espíritu Santo no ha podido mantener en silencio en el Evangelio, aunque nos haya escondido casi todas las cosas admirables que esta Sabiduría encarnada ha hecho en su vida oculta, para mostrarnos su valor y su gloria infinita. Jesucristo ha dado más gloria a Dios su Padre por la sumisión que ha tenido a su Madre durante treinta años que si hubiese convertido a toda la tierra obrando las maravillas más grandes. ¡Oh, qué altamente glorificamos a Dios cuando nos sometemos, para complacerlo, a María, a ejemplo de Jesucristo, nuestro único modelo!
Comentario
Un texto para quedar abismados de amor, entusiasmo y ternura, para meditar sobre "la predestinación eterna de María como obra maestra de las manos de Dios", como dice San Luis María Grignion de Montfort en su Rosario Meditado. El ejemplo de Jesús, HIjo de Dios vivo, ahí está, a ojos vistas, en el Evangelio. Sin embargo, qué pocos, lamentablemente, son los que tienen la capacidad espiritual, mejor diríamos la generosidad y grandeza de alma, la inocencia de niños, para aceptar con encanto y agradecimiento esta sublime realidad tal cual es, sin retaceos protestantosos ni progresistas. Sin pequeñez ni mezquindad, con la virtud de la magnanimidad: magna anima, alma grande, que se hace grande por amar la grandeza.
Pidamos al Divino Espíritu Santo, por la intercesión maternal de la Ssma. Virgen, que abra nuestras almas y nos dé la infancia espiritual, esa forma de alta sabiduría que es el espíritu de inocencia propio de los niños (hoy lamentablemente jaqueados desde que abren los ojos por los desvaríos de la TV revolucionaria, con su fealdad, inmoralidad, nerviosismo, ruidos, imágenes y deformidades); para poder amar a Nuestra Señora como Dios la hizo, como Ella lo canta en el Magnificat, y a través de Ella, que genera los hijos del Cuerpo Místico -porque Dios Padre le comunicó nada menos que su fecundidad (!)-, poder unirnos con Dios y ser fieles a la vocación de cada uno, cumpliendo el deber urgente de llevar en esta tierra la antorcha de la Verdadera Devoción, que preparará su reinado sobre las almas y la sociedad prometido en Fátima y en las Profecías de El Buen Suceso (ver en este mismo sitio).
"Envía tu espíritu y todo será creado, y renovarás la faz de la tierra", digamos con confianza y deseo al Espíritu Santo, de la mano de su castísima Esposa. Ellos están deseando colmarnos de sus gracias: ¿qué esperamos?

sábado, 14 de marzo de 2009

Un paréntesis para comentar un lado poco conocido de Nuestra Señora: lo que un Cardenal llama "la inefable misión aristocrática de María Santísima

En el blog "Aristocracia y Sociedad Orgánica" se trata un tema muy poco conocido: la "misión aristocrática" de la Ssma. Virgen, de acuerdo a los Santos Evangelios. La frase pertenece a la enciclopedia católica dirigida por el Cardenal Herrera Oria, que dedica un importante capítulo a la necesidad de una aristocracia en la sociedad católica, que encuentra en Nuestra Señora su más alta expresión. El pensamiento del Cardenal es comentado por el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira en su espléndida obra "Nobleza y élites tradicionales análogas - en las alocuciones de Pío XII al Patriciado y a la Nobleza romana", que se comenta en el mencionado sitio.
Creemos que será de gran interés para nuestros lectores.




sábado 14 de marzo de 2009


La falta de espíritu aristocrático de los apóstoles y la inefable misión aristocrática de María Ssma. - Anonimato y frialdad del Estado moderno








http://aristocraciacatolica.blogspot.com/2009/03/la-falta-de-espiritu-aristocratico-de.html

domingo, 8 de marzo de 2009

Cap. I - Dios ha querido servirse de María en la Encarnación (TVD, 16)

ARTICULO I 
PRINCIPIOS 
1º Principio – Dios ha querido servirse de María en la Encarnación 
16. Dios Padre no ha dado su Unigénito al mundo sino por María. A pesar de los suspiros que hayan exhalado los patriarcas, a pesar de los pedidos que hayan hecho los profetas y los santos de la Ley Antigua durante cuatro mil años para tener ese tesoro, no ha habido sino María que lo haya merecido y encontrado gracia delante de Dios por la fuerza de sus oraciones y la altura de sus virtudes. Resultando indigno el mundo, dice San Agustín, de recibir el Hijo de Dios inmediatamente de manos del Padre, Este se lo ha dado a María para que el mundo lo reciba por Ella. El Hijo de Dios se ha hecho hombre por nuestra salvación, pero en María y por María. Dios Espíritu Santo ha formado a Jesucristo en María, pero después de haberle pedido su consentimiento por uno de los primeros ministros de su corte.