Imagen: Bodas de Caná, Gallego, imágenes de google
19. Si examinamos de cerca el resto de la vida de Jesucristo, veremos que quiso comenzar sus milagros por María, y que santificó a San Juan en el seno de su madre, Santa Isabel, por la palabra de María; ni bien Ella habló Juan fue santificado, y es su primer y más grande milagro de gracia. El transformó, en las bodas de Caná, a su humilde pedido el agua en vino, y es su primer milagro de naturaleza. El comenzó y continuó sus milagros por María, y los continuará por María hasta el fin de los siglos.
20. Dios Espíritu Santo, siendo estéril en Dios -es decir, no produciendo otra persona divina- se ha hecho fecundo por María, a quien ha desposado. Es con Ella y en Ella y de Ella que ha producido su obra maestra, un Dios hecho hombre, y que produce todos los días, hasta el fin del mundo, a los predestinados y a los miembros del cuerpo de esta cabeza adorable: porque cuanto más encuentra en un alma a María, su querida e indisoluble Esposa, tanto más se hace operante y potente para producir a Jesucristo en esta alma y a esta alma en Jesucristo.
21. No es que quiera decir que la Santísima Virgen le da al Espíritu Santo su fecundidad como si El no la tuviese pues, siendo Dios, tiene la fecundidad o capacidad de producir como el Padre y el Hijo -aunque no la reduzca a acto produciendo otra persona divina. Quiero decir que el Espíritu Santo, por medio de la Santísima Virgen, de quien tiene a bien servirse -aunque no le sea en absoluto necesario- reduce al acto su fecundidad, produciendo en Ella y por Ella a Jesucristo y sus miembros: misterio de gracia desconocido aún de los más sabios y espirituales de entre los cristianos.
San Luis María Grignion de Montfort, TRAITÉ de La Vraie Dévotion à la Sainte Vierge,
ítems 19 a 21 - Traducido del original por la Redacción de "Ipsa Conteret" - La que aplasta a la serpiente
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