domingo, 14 de noviembre de 2010

Cap. I - María debe ser terrible al demonio y a sus secuaces como un ejército puesto en orden de batalla, principalmente en estos últimos tiempos (TVD, 50)



50. Dios quiere, luego, revelar y descubrir a María, la obra maestra de sus manos, en estos últimos tiempos. 1º) Porque Ella se ocultó en este mundo y se colocó más bajo que el polvo por su profunda humildad, habiendo alcanzado de Dios, de sus Apóstoles y Evangelistas, que no la diesen a conocer. 2º) Porque siendo la obra maestra de las manos de Dios, tanto aquí abajo por la gracia, como en el cielo por la gloria, quiere ser en Ella glorificado y ensalzado en la tierra, por los vivos. 3º) Como Ella es la aurora que precede y descubre el Sol de justicia, Jesucristo, debe ser conocida y vista para que Jesucristo también lo sea. 4º) Siendo la vía por la que Jesucristo ha venido a nosotros la primera vez, Ella lo será también cuando El venga la segunda, aunque no de la misma manera. 5º) Siendo el medio seguro y la vía recta e inmaculada para ir a Jesucristo y encontrarlo perfectamente, es por Ella que las almas santas que han de resplandecer en santidad deben encontrarlo. El que encuentre a María, encontrará la vida 1), es decir a Jesucristo, que es el camino, la verdad y la vida 2); pero no se puede encontrar a María si no se la busca: no se la puede buscar si no se la conoce: pues no se busca ni se desea un objeto desconocido. Es necesario, pues, que María sea más conocida que nunca, para mayor conocimiento y gloria de la Santísima Trinidad. 1) Prov., VIII, 35 2) S. Juan, XIV, 6 6º) María debe resplandecer, más que nunca, en misericordia, en fuerza y en gracia en estos últimos tiempos. En misericordia, para reconducir y recibir amorosamente a los pobres pecadores y extraviados que se convertirán y volverán a la Iglesia Católica. En fuerza, contra los enemigos de Dios, los idólatras, cismáticos, mahometanos, judíos e impíos endurecidos, que se revolverán terriblemente para seducir y hacer caer, con promesas y amenazas, a todos los que les sean contrarios. Finalmente, Ella ha de resplandecer en gracia, para animar y sostener a los valientes soldados y fieles servidores de Jesucristo, que combatirán por sus intereses. 7º) Finalmente, María debe ser terrible al demonio y a sus secuaces como un ejército puesto en orden de batalla, principalmente en estos últimos tiempos 1) ; pues el diablo, sabiendo bien que tiene poco tiempo, y mucho menos que nunca, para perder las almas, redobla todos los días sus esfuerzos y sus acometidas; él suscitará en breve crueles persecuciones, y tenderá terribles emboscadas a los servidores fieles y a los verdaderos hijos de María, a quienes le cuesta más vencer que a los otros. Nota: una edición del Tratado que consultamos, agrega aquí las siguientes notas: * Terribilis ut castrorum acies ordinada (Cant., 6, 3). ** Sciens quia modicum tempos habet (Apoc. 12, 12). 

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Traducido del original francés por IPSA CONTERET, conservando en todo lo posible el estilo del Santo

jueves, 28 de octubre de 2010

Cap. I - Rol especial de María en estos últimos tiempos (TVD, 49)

Incomparable Imagen milagrosa de Nuestra Señora del Buen Suceso (s. XVII)
Monasterio de la Limpia Concepción - Quito (ver profecías en este mismo sitio - http://ipsaconteret.blogspot.com/2009/02/profecias-de-el-buen-suceso-en-1634.html)
3. La devoción a la Santísima Virgen será más especialmente necesaria en estos últimos tiempos (*) 
1. Rol especial de María en los últimos tiempos 
49. Es por María que comenzó la salvación del mundo, y es por María que se debe consumar. María casi no apareció en la primera venida de Jesucristo para que los hombres, aún poco instruidos y esclarecidos acerca de la persona de su Hijo, no se alejaran de la verdad aficionándose demasiado fuerte y groseramente a Ella, lo que aparentemente habría ocurrido si Ella hubiera sido conocida, a causa de los encantos admirables que el Altísimo había puesto inclusive en su exterior; lo cual es tan cierto que San Dionisio Areopagita nos dejó escrito que, cuando la vio, la hubiese tomado por una divinidad por sus secretos encantos y su belleza incomparable si la fe, en la que estaba bien confirmado, no enseñara lo contrario. Pero en la segunda venida de Jesucristo María debe ser conocida y revelada por el Espíritu Santo, a fin de hacer por Ella conocer, amar y servir a Jesucristo, al no subsistir las razones que llevaron al Espíritu Santo a esconder a su Esposa durante su vida, y a no revelarla hasta muy poco después de la predicación del Evangelio. ************** 
(*) [N. de la R.] En algunas traducciones del Tratado, el subtítulo “La devoción a la Santísima Virgen será más especialmente necesaria e n e s t o s últimos tiempos” aparece de la siguiente manera: “será más especialmente necesaria e n   l o s   últimos tiempos”. Como el lector observará, el sentido de la frase cambia profundamente, pues aquí el Santo está precisando que se trata de “estos últimos tiempos”. Son estos detalles de importancia fundamental los que nos mueven a emprender la traducción de la obra del original francés, sin otra pretensión que la de ser fieles a las palabras e ideas de San Luis María para ponerlas a disposición de nuestros lectores, dado que cada pensamiento encierra misterios de Fe que la gracia irá revelando a cada uno con mayor facilidad accediendo lo más posible a los términos originales.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Cap. I - Estas grandes almas serán escogidas para oponerse a los enemigos de Dios, que bramarán de todos lados (TVD, 48)

48. Estas grandes almas, llenas de gracia y de celo, serán escogidas para oponerse a los enemigos de Dios, que bramarán de todos lados, y serán marcadamente devotas de la Santísima Virgen, esclarecidas por su luz, alimentadas con su leche, guiadas por su espíritu, sostenidas por su brazo y guardadas bajo su protección, de modo que combatirán con una mano y edificarán con la otra 1) (II ESDRAS, IV,17). Con una mano combatirán, derribarán, aplastarán a los herejes con sus herejías, a los cismáticos con sus cismas, a los idólatras con su idolatría, y a los pecadores con sus impiedades; y con la otra mano edificarán el templo del verdadero Salomón y la mística ciudad de Dios, es decir, la Santísima Virgen, llamada por los santos Padres el templo de Salomón y la ciudad de Dios. Ellos llevarán a todo el mundo, por sus palabras y sus ejemplos, a su verdadera devoción, lo que les granjeará muchos enemigos, pero también muchas victorias y gloria para sólo Dios. Es lo que Dios reveló a San Vicente Ferrer, gran apóstol de su siglo, como él lo ha suficientemente señalado en una de sus obras. Es lo que el Espíritu Santo parece haber predicho en el Salmo 58, por estas palabras: “Et scient quia Deus dominabitur Jacob et finium ter rae; convertentur ad vesperam, et famem patientur ut canes, et circuibunt civitatem 1). – Para que sepan que el Señor reina en Jacob y hasta los confines de la tierra. Ellos volverán hacia la tarde: padecerán hambre como perros, y andarán rondando la ciudad” Esta ciudad que los hombres hallarán al fin del mundo para convertirse, y para saciar el hambre que tendrán de justicia, es la Santísima Virgen, llamada por el Espíritu Santo villa y ciudad de Dios 2). 1) Vers. 14 y 15. [Nota de la Redacc.: ver en Ed. Vulgata, Ps. 58:7] 2) Ps. 86, 3. [N. de la R: “Gloriosa dicta sunt de te, civitas Dei!” B. Vulgata]

Comentario

El espíritu se queda abismado ante tan grandioso y misterioso panorama. La dorada imagen de la "Civitas Dei", las almas escogidas para luchar contra los enemigos de Dios que bramarán de todos lados, la visión de los que, como perros, sufrirán hambre y andarán rondando la ciudad en busca de Justicia, que saciarán en esa Ciudad de Dios, que es la Ssma. Virgen, que es su reinado sobre las almas predicho por San Luis María, nos llena de admiración y nos invita a la contemplación y a la oración para que esas luminosas y misteriosas promesas se hagan realidad lo antes posible, cuando Dios lo quiera...

jueves, 7 de octubre de 2010

Cap. I - Pronto, el Altísimo y su santa Madre suscitarán grandes santos que superarán a la mayoría de santos como los cedros del Líbano a los pequeños arbustos (TVD, 47)

Cedros del Líbano (encima) y un pequeño churqui santiagueño (abajo): es la imagen que da San Luis María de la altura que alcanzarán los santos que el Altísimo y su Santa Madre suscitarán "pronto"... Cuanto más profunda es la crisis moral provocada por la Revolución Igualitaria mundial, tanto mayor será la envergadura de los santos que deberán derrotarla y restaurar la civilización cristiana y mariana. (Fotos: gentileza de los sitios que las difunden en google fotos).
47. He dicho que esto ocurriría particularmente al fin del mundo, y pronto, porque el Altísimo con su santa Madre deben formarse grandes santos, que sobrepasarán en santidad la mayoría de los otros santos, como los cedros del Líbano superan a los pequeños arbustos, de acuerdo a lo revelado a un alma santa, cuya vida ha sido escrita por el Señor de Renty.

domingo, 3 de octubre de 2010

Cap. I - Todos los ricos del pueblo suplicarán vuestro rostro de siglo en siglo y particularmente en el fin del mundo (TVD, 46)

46. Todos los ricos del pueblo, para servirme de la expresión del Espíritu Santo1, según la explicación de San Bernardo, todos los ricos del pueblo suplicarán vuestro rostro de siglo en siglo, y particularmente en el fin del mundo, es decir que los más grandes santos, las almas más ricas en gracia y en virtudes serán las más asiduas en rezarle a la Santísima Virgen y a tenerla siempre presente como su perfecto modelo para imitarla, y su ayuda poderosa para socorrerlas. 1) Salmo XLIV, 13
Comentario
Nos parece importante destacar que San Luis María fue un varón profético, que comprendió la crisis moral e ideológica de su tiempo -la Revolución anticristiana- y previó que ante un pecado tan grande de amplios sectores de la humanidad vendrían intervenciones especiales de Dios por intermedio de la Ssma. Virgen, Reina de los Corazones, en el último período de la historia -los "Ultimos Tiempos"-, situado entre el Antiguo Régimen, en que le tocó vivir, y el fin del mundo. En otros pasajes habla de los Apóstoles de los Ultimos Tiempos, de los grandes santos que vendrán para derrotar la Revolución y restaurar la civilización cristiana inaugurando un período de florecimiento llamado el Reino de María. (ver "Revolución y Contra-Revolución", prólogo especial para la edición argentina, de Plinio Corrêa de Oliveira, edición argentina on line http://rcr-una-obra-clave.blogspot.com/ ).

sábado, 23 de enero de 2010

Cap. I - Es sólo María quien permite entrar en el paraíso terrenal para pasear agradable y seguramente con Dios y santificarse (TVD, 45)

Bellísimas imágenes del Castillo de Linderhof, construido por Luis II de Baviera (gentileza de los sitios correspondientes: google/schloss Linderhof bild). El genio, el gusto noble y regio del desdichado rey, las nostalgias del paraíso terrenal que duermen en el fondo del alma humana crearon estos ambientes que de alguna manera sirven para ilustrar las imágenes que usa San Luis María para describir el rol de Nuestra Señora, en este inefable vitral de Ella que es el Tratado de la Verdadera Devoción.
En este ítem nos habla de que Ella es el paraíso terrenal de donde fueron arrojados Adán y Eva pecadores, para pasear con Dios; la tierra virgen y bendita para alimentarse, la fuente que surge con fuerza y en abundancia para beber sus aguas cristalinas y santificarse. Todo un filón dorado y marial de ideas, de misterios de la Fe, sobre la vida de la gracia en las almas y en la sociedad, de las riquezas de las bodegas de Dios que El confió a Nuestra Señora para levantar las almas caídas por la atmósfera de pecado creada por la Revolución anticristiana, para edificar sobre sus ruinas el Reino de Maria.
45. Es sólo a María a quien Dios ha dado las llaves de las bodegas (1) del divino amor y el poder de entrar, y de hacer entrar a los otros, en las vías más sublimes y más secretas de la perfección. Es sólo María quien les franquea a los miserables hijos de Eva, la infiel, la entrada en el paraíso terrenal, para pasear allí agradablemente con Dios, para esconderse seguramente en él contra sus enemigos, para alimentarse deliciosamente, y sin temerle ya a la muerte, del fruto de los árboles de la vida y de la ciencia del bien y del mal, y para beber a largos tragos las aguas celestiales de esta bella fuente que allí surgen fuerte y abundantemente; o, más bien, como Ella misma es ese paraíso terrenal o esa tierra virgen y bendita de la que fueron expulsados Adán y Eva pecadores, no les permite entrar sino a aquellos y aquellas que le place para que lleguen a ser santos.
1) Cantares, I,3.