martes, 15 de diciembre de 2020

Esta devoción procura grandes bienes al prójimo (TVD, 171)

 




ARTICULO VII

Esta devoción le procura grandes bienes al prójimo

171. Lo que puede además movernos a abrazar esta devoción es considerar los grandes bienes que recibirá nuestro prójimo. Pues con esta práctica se ejercita con él la caridad de manera eminente,  porque se le da, por manos de María,  lo más caro que tenemos, que es el valor satisfactorio e impetratorio de todas las buenas obras, sin exceptuar el menor pensamiento bueno ni el más leve sufrimiento. Se consiente en que todo lo adquirido hasta ahora y lo que se adquiera de satisfacciones hasta la muerte sea empleado, según la voluntad de la Santísima Virgen, o en la conversión de los pecadores o en la liberación de las almas del purgatorio.

¿No es esto amar perfectamente al prójimo? ¿No es esto ser verdadero discípulo de Jesucristo, al que se lo reconoce por la caridad? (N.1) ¿No es éste el medio de convertir a los pecadores, sin temor a la vanidad, y de liberar a las almas del purgatorio, casi sin hacer otra cosa que lo que cada cual está obligado a hacer conforme a su estado?

N.1 S. Juan XIII, 35


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