viernes, 25 de junio de 2021

Para que sean un plato delicado, digno de la boca y de la bendición del Padre celestial (TVD, 197)

 




197 – 2: Ellos [los predestinados] aman tiernamente y honran verdaderamente a la Santísima Virgen como a su bondadosa Madre y Señora. Ellos la aman no sólo de palabra sino de verdad; la honran no sólo en lo exterior sino en el fondo del corazón; evitan, como Jacob, todo lo que pueda desagradarla, y practican con fervor todo lo que creen que pueda ganarles su buena voluntad. Ellos le llevan y le entregan, no dos cabritos, como Jacob a Rebeca, sino su cuerpo y su alma, con todo lo que les pertenece, figurados por los dos cabritos de Jacob, a fin de:

1 – que Ella los reciba como cosa que le pertenece;

2 – para que ella los mate y los haga morir al pecado y a sí mismos, desollándolos y despojándolos de su propia piel y de su amor propio y, por este medio, para agradar a Jesús, su Hijo, que no quiere por sus amigos y discípulos sino los que mueren a sí mismos;

3 – para que Ella los condimente al gusto del Padre celestial y a su mayor gloria, que Ella conoce mejor que ninguna criatura;

4- para que, por sus cuidados y sus intercesiones, este cuerpo y esta alma, bien purificados de toda mancha, bien muertos, bien desollados y bien condimentados sean un plato delicado, digno de la boca y de la bendición del Padre celestial. ¿No es eso lo que harán las personas predestinadas que degustarán y practicarán la consagración perfecta a Jesucristo por las manos de María, que [aquí] les enseñamos, para testimoniar a Jesús y a María un amor efectivo y [pleno de] coraje?

Los réprobos dicen muchas veces que aman a Jesús, que aman y honran a María, pero no de su substancia (1), pero no hasta sacrificarles el cuerpo con sus sentidos y el alma con sus pasiones, como los predestinados.

Nota 1: Honora Dominum de tua substantia, Prov. 3,9

Comentario de IPSA CONTERET:

Traité de la Vraie Dévotion à la Sainte Vierge

PÈRES MONTFORTAINS (Cie de Marie)

Todas las citas bíblicas pertenecen a la obra de San Luis María y son tomadas de la Biblia Vulgata, biblia oficial de la Santa Iglesia traducida de los manuscritos originales por San Jerónimo, Doctor de la Iglesia


Traducido del original francés por este blog IPSA CONTERET, privilegiando las expresiones originales del Santo sobre expresiones castellanas más habituales
A.M.M.G.

 

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