miércoles, 1 de diciembre de 2021

El Avemaría bien rezado, con atención, devoción y modestia, es el enemigo del demonio, que lo pone en fuga, y el martillo que lo aplasta, la santificación del alma, la alegría de los ángeles, la melodía de los predestinados, el cántico del Nuevo Testamento, el placer de María y la gloria de la Santísima Trinidad (TVD, 252-54)

 


252. ¡Almas predestinadas, esclavas de Jesús en María! Sabed que el Ave María es la más bella de todas las oraciones después del Padrenuestro; es el saludo más perfecto que podéis dirigir a María, por ser el saludo que el Altísimo le mandó hacer por un arcángel para ganar su corazón; y que fue tan poderoso sobre su corazón, por los encantos secretos de que está lleno, que María dio su consentimiento a la Encarnación del Verbo a pesar de su profunda humildad. Es también por este saludo que ganaréis infaliblemente su corazón, si lo rezáis como se debe.

253. El Avemaría bien rezado, es decir, con atención, devoción y modestia, es, según los santos, el enemigo del demonio, que lo pone en fuga, y el martillo que lo aplasta, la santificación del alma, la alegría de los ángeles, la melodía de los predestinados, el cántico del Nuevo Testamento, el placer de María y la gloria de la Santísima Trinidad. El Ave María es un rocío celestial que hace al alma fecunda; es un beso casto y amoroso que damos a a María, es una rosa encarnada que le presentamos, es una perla preciosa que le ofrecemos, es una copa de ambrosía y de néctar divino que le damos. Todas estas comparaciones son de los santos.

254. Yo os ruego pues con insistencia, por el amor que os tengo en Jesús y en María, que no os contentéis con rezar la Pequeña Corona de la Santa Virgen sino también vuestro tercio* (*n.: cinco misterios), e inclusive, si tenéis tiempo, vuestro Rosario* (*n. quince misterios), todos los días, y, a la hora de vuestra muerte, bendeciréis el día y la hora en que me habéis creído; y después de haber sembrado en las bendiciones de Jesús y de María, cosecharéis bendiciones eternas en el Cielo: Qui seminat in benedictionibus, de benedictionibus et metet. (2 Co 9,6).

Comentario de IPSA CONTERET: "Sabed que el Ave María es la más bella de todas las oraciones después del Padrenuestro; es el saludo más perfecto que podéis dirigir a María, por ser el saludo que el Altísimo le mandó hacer por un arcángel para ganar su corazón; y que fue tan poderoso sobre su corazón, por los encantos secretos de que está lleno, que María dio su consentimiento a la Encarnación del Verbo a pesar de su profunda humildad."

Traité de la Vraie Dévotion à la Sainte Vierge

PÈRES MONTFORTAINS (Cie de Marie)

Todas las citas bíblicas pertenecen a la obra de San Luis María y son tomadas de la Biblia Vulgata, biblia oficial de la Santa Iglesia traducida de los manuscritos originales por San Jerónimo, Doctor de la Iglesia


Traducido del original francés por este blog IPSA CONTERET, privilegiando las expresiones originales del Santo sobre expresiones castellanas más habituales
A.M.M.G.

 

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