Cap. III - Principales prácticas exteriores de la V.Dev. (TVD, 116)

116. La verdadera devoción a la Santa Virgen tiene también muchas prácticas exteriores , de las que las principales son:

1° Alistarse en sus cofradías y entrar en sus congregaciones;

2° entrar en las Ordenes instituidas en su honra;

3° publicar sus alabanzas;

4° dar limosnas, ayunar y mortificarse en el espíritu o el cuerpo en su honor;

5° portar sus insignias, como el santo rosario o el tercio, o el escapulario, o la cadenita;

6° recitar con atención, devoción y modestia o el santo rosario compuesto por quince decenas de Avemarías, en honra de los quince principales misterios de Jesucristo, o el tercio de cinco decenas, contemplando los cinco misterios gozosos: la Anunciación, la Visitación, la Natividad de Jesucristo, la Purificación y el Hallazgo de Jesús en el Templo; o contemplando los cinco misterios dolorosos: la Agonía de Jesucristo en el Huerto de los Olivos, su Flagelación, su Coronación de espinas, su Subida al Calvario con la Cruz a cuestas y su Crucifixión; o contemplando los cinco misterios gloriosos: la Resurrección de Jesucristo, su Ascensión, el Descenso del Espíritu Santo, o Pentecostés, la Asunción de la Santa Virgen en cuerpo  y alma al Cielo, y su Coronación por las Tres Personas de la Santísima Trinidad.

Se puede también recitar una Corona de seis o siete decenas, en honor de los años que se cree que Ella vivió en la tierra; o la Pequeña Corona de la Santa Virgen, compuesta por tres Padrenuestros y doce Avemarías, en honra de su Corona de doce estrellas o privilegios; o el Oficio de la Santa Virgen, tan universalmente conocido y recitado en la Iglesia; o el Pequeño Salterio de la Santa Virgen, que San Buenaventura compuso en su honor, tan tierno y tan devoto que no se puede recitar sin enternecerse; o catorce Padrenuestros y Avemarías en honra de sus catorce alegrías; o algunas otras oraciones, himnos y cánticos de la Iglesia, como el Salve Regina, el Alma Mater, el Ave Regina Caelorum, o el Regina Coeli, según los diferentes tiempos; o el Ave Maris Stella, O gloriosa Domina, etc., o el Magnificat y otras oraciones, de las que los libros están llenos.

7° cantar y hacer cantar en su honor cánticos espirituales.

8° hacerle un cierto número de genuflexiones o reverencias, diciéndole, por ejemplo, todas las mañanas, sesenta o cien veces: Ave Maria, Virgo fidelis, para obtener de Dios, por Ella, la fidelidad a las gracias de Dios durante el día; y a la noche: Ave María Mater misericordiae, para pedirle perdón a Dios, por Ella, de los pecados cometidos durante el día;

9° tener celo por sus cofradías, ornamentar sus altares, coronar y embellecer sus imágenes;

10° cargar y hacer cargar sus imágenes en las procesiones, y llevar una consigo como un arma poderosa contra el maligno;

11° mandar hacer sus imágenes o su nombre, y colocarlos, o en las Iglesias, o en las casas, o sobre los pórticos y entradas de las ciudades, Iglesias y casas;

12° consagrarse a Ella de manera especial y solemne.


Comentario de IPSA CONTERET:
10°cargar y hacer cargar sus imágenes en las procesiones, y llevar una consigo como un arma poderosa contra el maligno; 
San Luis María , en sus caminatas apostólicas por la Vendée y otras zonas rurales de Francia llevaba un bastón en cuya empuñadura estaba la Imagen de Nuestra Señora tallada por él. ¡Qué lindo imaginarlo recorriendo los campos y aldeas de la Francia del Antiguo Régimen...!

11° mandar hacer sus imágenes o su nombre, y colocarlos, o en las Iglesias, o en las casas, o sobre los pórticos y entradas de las ciudades, Iglesias y casas;
en la Argentina del período fundacional estaba difundida esa costumbre tan hispánica

12° consagrarse a Ella de manera especial y solemne.

Traité de la Vraie Dévotion à la Sainte Vierge

PÈRES MONTFORTAINS (Cie de Marie)

©Traducido del original francés por este blog IPSA CONTERET
A.M.M.G.