Los animales pueden representar vicios y virtudes al mismo tiempo, como el pavorreal, de gran belleza, que San Luis cita también como imagen de orgullo |
San Luis María nos da fuertes recomendaciones para alcanzar la santidad:
(79...) Nuestra alma, unida a nuestro cuerpo, se ha hecho tan carnal, que es llamada carne: Toda carne había corrompido su camino (2). No teníamos por herencia más que orgullo y ceguera de espíritu, endurecimiento de corazón, debilidad e inconstancia en el alma, concupiscencia, pasiones rebeldes y enfermedades en el cuerpo.
Somos naturalmente más orgullosos que los pavos reales, más apegados a la tierra que los sapos, más feos que los chivos, más envidiosos que las serpientes, más glotones que los cerdos, más coléricos que los tigres y más perezosos que las tortugas, más débiles que las cañas y más inconstantes que las veletas.
No tenemos en nuestro fondo sino nada y pecado, y no merecemos sino la ira de Dios y el infierno eterno (1).
80. Después de esto, ¿debemos sorprendernos de que Nuestro Señor haya dicho que quien quisiera seguirlo debía renunciar a sí mismo y odiar su alma; que aquel que amara su alma la perdería, y que aquel que la odiase la salvaría (2)?
Esta Sabiduría infinita, que no da sus mandatos sin razón, no nos ordena odiarnos a nosotros mismos sino porque somos grandemente dignos de odio: nada más digno de amor que Dios, nada tan digno de odio que nosotros mismos.
* * * *
1) Nota de los editores (síntesis): Lo que San Luis María afirma aquí es nuestra incapacidad de ser fieles sin el auxilio de la gracia.
N. de la R.: …y lo hace para mejor enseñar que este problema tiene solución practicando la verdadera devoción a la Ssma. Virgen según el método que él enseña en este, su Tratado.
2) S. Juan, XII, 25
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Luis Ma. Mesquita Errea - Elena B. Brizuela y Doria de Mesquita E. - ipsaconteret.blogspot.com
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