domingo, 13 de diciembre de 2009

Cap. I - Nuestra Señora ennoblecedora - La devoción a la Ssma. Virgen es aún más necesaria a los llamados a una perfección particular (TVD, 43-4)

La Virgen Esperanza Macarena - Gentileza del sitio Fotos Cofrades
2. La devoción a la Ssma. Virgen es aún más necesaria para los llamados a una perfección particular 
43. Si la devoción a la Santísima Virgen es necesaria para todos los hombres simplemente para alcanzar su salvación, lo es mucho más aún a aquellos llamados a una perfección particular; y no creo que una persona pueda adquirir una unión íntima con Nuestro Señor y una fidelidad perfecta al Espíritu Santo sin una grandísima unión con la Ssma. Virgen y una gran dependencia de su socorro. 
44. Es sólo María quien ha encontrado gracia delante de Dios 1, sin ayuda de ninguna otra criatura. No es sino por Ella que todos los que han hallado gracia delante de Dios después de Ella la han encontrado, y no es sino por Ella que la encontrarán todos los que vendrán de aquí en más. Llena de gracia estaba cuando la saludó el Arcángel Gabriel 2, y sobreabundantemente llena de gracia quedó por el Espíritu Santo cuando la cubrió con su sombra inefable 3; y de tal manera acrecentó de día en día y de instante en instante esta doble plenitud, que llegó a un grado de gracia inmenso e inconcebible: de tal manera que el Altísimo la ha hecho la tesorera única de sus tesoros y la única dispensadora de sus gracias, para ennoblecer, elevar y enriquecer a quien Ella quiera, para hacer entrar a quien Ella quiera en la vía estrecha del cielo, para hacer pasar, a pesar de todo, a quien Ella quiera por la puerta angosta de la vida, y para dar el trono, el cetro y la corona de rey a quien Ella quiera. Jesús es en todas partes y siempre el fruto y el Hijo de María; y María es en todas partes el verdadero árbol que lleva el fruto de vida, y la verdadera Madre que lo produce 4. 1) S. Lucas, I, 30. 2) S. Lucas, I, 28 3) ibid., I, 35 4) Ver ít. 33

Comentario
Salvador de Madariaga sintetiza la obra de España en América con el verbo "ennoblecer". San Luis María lo emplea en primer lugar entre las acciones de Nuestra Señora en las almas, reforzándolo con la idea de que Ella da el trono, el cetro y la corona del Rey a las almas de los bienaventurados. 
El católico mariano debe buscar la excelencia para los ambientes y las personas. Pedir la gracia de ser apóstol del marial ennoblecimiento espiritual y cultural. 
Una sociedad así camina adelante y hacia lo alto, nutrida de las inspiraciones mariales. La plenitud de esa acción se dará en el Reino de María anunciado por San Luis Ma. Y si los ambientes modernos masificados y frecuentemente inmorales son lo contrario, la acción de la Virgen "ruina y aplastadora del demonio y de las herejías" (Rosario meditado de S. L. M. G.) se torna más urgente. Abramos caminos a esa acción con nuestras oraciones, unidas a las de la Reina del Cielo y de la tierra.

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