viernes 31 de julio de 2009
La que aplasta la serpiente y eleva la civilización - Por una visión católica y señorial de nuestra Historia - 12ª nota
Foto: Nuestra Señora de la Candelaria de El Buen Suceso - Quito -
De fisonomía imponente, como quien tiene en sus manos
las llaves de la Historia...
La que aplasta la serpiente y eleva la civilización - Por una visión católica y señorial de nuestra Historia - 12ª nota
Foto: Nuestra Señora de la Candelaria de El Buen Suceso - Quito -
De fisonomía imponente, como quien tiene en sus manos
las llaves de la Historia...
La que aplasta la serpiente y eleva la civilización
(,,,) Estos aspectos caracterizan una civilización cristiana.Existen lados negativos y pecados, que, todos sabemos, se encuentran en cualquier sociedad. Si se la compara con la de los aztecas, incas o bárbaros chiriguanos, ¡qué diferencia! Del día a la noche, a pesar de los indigenistas.Una esencial es que en las sociedades paganas son raros o inexistentes los perceptibles impulsos al bien, cuando no se los persigue implacablemente con costumbres aberrantes (ver nuestra ponencia La Antropología indigenista: Revolución cultural que amenaza a la Iberoamérica cristiana).En nuestro “Siglo de Oro”, pese a excepciones como Lerma y otros malvados, que por supuesto no faltan, la virtud y el bien son enseñados y promovidos, y constituyen el fundamento de la sociedad.El bien más preciado de la historia fundacional americana es la presencia mariana. El 12 de diciembre de 1531, Nuestra Señora se manifiesta como la bíblica zarza ardiente, Purísima e Inmaculada, en Guadalupe, que en lengua náhua significa “la que aplasta la cabeza de la serpiente”. Tal vez señalaba la misión de América de, por una unión especial con María, aplastar la serpiente de la Revolución anticristiana. Lo cierto es que la aparición inaugura la gran época marial de Iberoamérica. (...)
Si desea leer esta nota completa, entre en el vínculo de arriba en el sitio "ARGENTINA, SEÑORIO y ESPLENDOR"
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