30. Así como en la generación natural y corporal hay un padre y una madre, en la generación sobrenatural y espiritual hay un padre, que es Dios, y una madre, que es María. Todos los verdaderos hijos de Dios y predestinados tienen a Dios por padre y a María por madre; y quien no tiene a María por Madre no tiene a Dios por Padre.
Es el motivo por el que los réprobos, como los herejes, cismáticos, etc., que odian o miran con desprecio o indiferencia a la Santísima Virgen, no tienen en absoluto a Dios por padre, aunque se jacten de ello, pues en modo alguno tienen a María por madre; ya que, si la tuviesen por madre, la amarían y honrarían como un verdadero y buen hijo ama naturalmente y honra a su madre, que le ha dado la vida.
La señal más infalible e indudable para distinguir a un hereje, a un hombre de mala doctrina, a un réprobo, de un predestinado, es que el hereje y el réprobo no tienen más que desprecio o indiferencia por la Ssma. Virgen, y tratan, por sus palabras y ejemplos, de disminuir su culto y amor, abierta o solapadamente -a veces con pretextos especiosos. ¡Ay! Dios Padre no le ha dicho a María que haga su morada en ellos, porque son Esaús.
(*) Eccl., 24, 13
Comentario
En los tiempos actuales vemos no pocos ejemplos de esto...
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